Se ha hablado mucho en estos últimos años en la comunidad filosófica sobre lo que es filosofía práctica. Se ha dicho que la filosofía práctica trata de masificar la difusión de la filosofía y que esto no es posible porque sólo unos pocos son los llamados a dedicarse a la filosofía. Se ha dicho que dedicarse a la difusión de la filosofía es bajar el nivel académico de la actividad filosófica. Se ha dicho que la filosofía sólo puede ser teórica por "definición" y que el hablar de filosofía práctica es ya en sí un despropósito. En fin, se han dicho muchas cosas, así que antes de exponer los resultados del trabajo de la filosofía práctica, empezaremos por explicar nuevamente qué es esto de la filosofía práctica.
Para empezar diremos que toda gran filosofía es práctica y que todo gran filósofo es práctico en el sentido de que busca la aplicación de su teoría en la práctica. Este interés no se debe a razones morales, sino a razones estrictamente gnoseológicas. En nuestro camino por explicarnos cómo es que llegamos al conocimiento necesariamente tenemos que hacer una introspección que nos llevará a analizar como es que se constituye nuestro pensamiento en la práctica cotidiana. Desde Sócrates "conócete a ti mismo" y la dialéctica platónica pasando por las Meditaciones de Descartes hasta Marx y la filosofía no como descripción sino como transformación de la realidad llegando hasta un Wittgenstein que llegó a la conclusión de que nada se puede decir sobre las cosas y que por ello vale más callar, y por ello decide primero aislarse del mundo y luego al empezar a trabajar como maestro de escuela y enfrentar sus teorías a sus alumnos, encuentra una incompatibilidad entre su teoría filosófica y la realidad, por lo cual decide formular una nueva teoría, totalmente distinta a la anterior, esto es, su famosa teoría de los juegos de lenguaje. Para la mayoría de los grandes filósofos el carácter práctico de su filosofía, esto es, su aplicabilidad y el posterior análisis de la realidad a partir de la nueva perspectiva no forma parte del cuerpo teórico expuesto, no porque el filósofo considere que no es necesario aplicar su teoría a la práctica, sino porque el filósofo toma por dado que lo primero implica lo segundo. Su pasión por avanzar en la búsqueda del conocimiento necesariamente lo conduce en esa dirección. Los filósofos no estudian los textos de otros filósofos porque sí, buscan enriquecerse, inspirarse, repudiar o refutar las posiciones filosóficas de otros para refinar la suya propia y la verificación última de su propia teoría la harán, si son serios, confrontándola con un análisis intersubjetivo de su propia subjetividad que es a final de cuentas su fuente de acceso al conocimiento. Este análisis, planteado expresamente por Husserl como reducción fenomenológica es un ejercicio práctico, que sin haber sido analizado explícitamente ha sido de hecho la herramienta de análisis de la realidad todos los filósofos auténticos anteriores y posteriores a él. Al analizarse a sí mismo en la práctica dentro de un marco de verificación intersubjetiva el filósofo arma una hipótesis sobre el carácter y funcionamiento de la conciencia humana, de la cual parte para tratar de explicar científicamente la realidad.
Con métodos
que nos hacen recordar al Eutidemo de Platón se ha pretendido ridiculizar
la filosofía práctica aduciendo que la ley de no contradicción
u otras leyes lógicas o postulados filosóficos no son posibles
de "ponerse en práctica" o que nada tiene que ver con la práctica
por ser meros postulados teóricos. Estas mismas personas cuando
son cuestionadas por actuar en la vida práctica de manera distinta
a lo que postulan teóricamente, no toman esta contradicción
como un reto para investigar si están mal sus actos o si tal vez
lo que está mal es en realidad su teoría, ya que no parece
ser posible ser consecuente con esta teoría. Al ignorar la contradicción
que se ha creado por ellos mismos entre teoría y práctica,
su pensamiento se estanca. Interesante hubiera sido que tratasen ya sea
de adaptar su teoría a la praxis o su praxis a la teoría
para avanzar y enriquecer justamente de modo filosófico su teoría
y aunque por el momento poco parece interesarles, también llevaría
a una coherencia en su práctica con los cual nos beneficiaríamos
todos. La lógica aplicada a variables o a frases abstraídas de su
contexto es un mero ejercicio mental técnico, el filósofo
es quien reconoce, es consciente y analiza cómo y por qué
los seres humanos rompen con estas leyes en la práctica cotidiana.
Y es en este sentido que surge la Filosofía Práctica como rama de estudio especial de la filosofía. La Filosofía Práctica crea "talleres de investigación epistemológica". Estos "talleres" conformados por actividades como los Cafés Filosóficos, la Consejería Filosófica, los talleres de Filosofía para Niños o las listas de discusión filosófica en Internet, permiten estudiar no sólo los contenidos filosóficos contenidos en los discursos de sus participantes, sino el contenido de lo dicho dentro del contexto en que se dice y la reacción que pretende causar y que logra causar, asimismo permite ver si el hablante es coherente en su práctica con lo que está sosteniendo. Muchas veces las personas no son concientes de la incoherencia que existe entre sus aspiraciones personales, las cuales fundamentan con determinada postura filosófica, y los pasos que llevan a cabo para alcanzar dichas aspiraciones. En estos casos la discusión filosófica, sobre temas cotidianos, es necesaria para avanzar en su quehacer filosófico. Aquí podemos hacer un paralelo con la terapia sicológica: Hay personas que creen no tener ningún problema psicológico y que no quieren tampoco que el psicólogo encuentre alguno en ellos. Estas personas conociendo diversas teorías de análisis psicológico preparan sus respuestas a todas las posibles preguntas que el psicólogo pueda hacerles, de modo que parezcan ante él como personas desenvueltas, con bastante autoestima, abiertas al diálogo, con gran paz interior, etc. Pero como lo único que en realidad hacen es contestarle al sicoanalista lo que suponen que quiere oír en base a teorías que ambos conocen, el análisis no avanza a ninguna parte. Lo mismo ocurre con la filosofía, si limitamos la discusión filosófica a abstracciones desvinculadas de nuestra realidad cotidiana, acertaremos probablemente con las respuestas que los filósofos de una u otra escuela filosófica quieren escuchar para considerarnos dignos de pertenecer a la comunidad filosófica, pero no habremos avanzado nada en la investigación filosófica, esto es, en la investigación científica de la conciencia humana y del mundo de la vida basándonos en una verificación intersubjetiva práctica del resultado de nuestro estudio.
Carmen Zavala - (Texto: Agosto 2000)
BALANCE
DE LAS EXPERIENCIAS CONCRETAS EN EL PERÚ
(1998-2007)
En este contexto, aunque no directamente tematizando estas cuestiones, surge en 1998 el Proyecto de Filosofía Aplicada y en el Centro Cultural Buho Rojo, sin ningún apoyo financiero externo (ni del Estado, ni de ninguna ONG), sino con el esfuerzo grupal y consciente de los participantes de crear y trabajar en un espacio independiente para el quehacer de la filosofía. Iniciamos el trabajo investigando en el campo de la Consejería Filosófica e iniciamos la organización de los Cafés Filosóficos , que desde entonces vienen llevándose a cabo en Lima todos los sábados en la noche y que son de acceso abierto al público en general y totalmente gratuitos.
El trabajo de los Cafés Filosóficos para nosotros tenía dos motivaciones de carácter epistemológico:
1) 1) Recepcionar el preguntar/reflexionar del público en general, para dirigir nuestras investigaciones personales en el campo de la filosofía en una dirección no desvinculada de las preocupaciones reales de nuestra sociedad, exponiendo las preguntas de manera que sean entendidas por la comunidad, permitiendo un diálogo enriquecedor.
Por ejemplo, a partir de los Cafés Filosóficos, cuya temática y expositores se eligen democráticamente en la sesión de la semana anterior, hemos observado en el Perú en los últimos tiempos un interés desmesurado por la cuestión étnica, que en algunos casos lleva a un encapsulamiento negador de los avances científicos y tecnológicos, so pretexto de que estos serían producto de una cultura “occidental” la cual estaría en disputa con las “culturas locales”. En investigaciones personales he recogido este tema de trascendencia política actual, para tratarlo no sólo en su coyuntura actual, sino también en comparación con otras coyunturas como por ejemplo en el contexto de la aparición de la Filosofía en el Asia Menor y la península itálica y la posterior hegemonía griega sobre estas “culturas”. Esta investigación en el campo de la Filosofía Antigua se vuelve, desde mi perspectiva especialmente interesante, porque el enfoque comparativo con la actualidad, le echa nuevas luces y aristas, a la filosofía antigua, por una parte. Por otra parte, a su vez, al presentar los avances en dicha investigación en foros académicos o en el Café Filosófico las respuestas no se dejan esperar, en tanto es un tema indirectamente ligado a preocupaciones reales de la gente y no una simple respuesta a lo que la comunidad académica se supone que “está discutiendo” en el momento y que puede llegar a tener el mismo interés intelectual para uno, que el llenado de un crucigrama del diario local (que es una actividad que por cierto me entretiene). Este feedback a nuestras investigaciones filosóficas por parte de la gente, tanto de académicos como de no-académicos, es epistemológicamente positivo, pues evita que uno esté dando vueltas en círculo sobre su propio pensamiento.
2) La segunda motivación epistemológica que nos ha llevado a trabajar en el proyecto de los Cafés Filosóficos está ligada a la primera y tiene que ver con nuestra aspiración a que proliferen los cafés filosóficos en el Perú, para que el quehacer filosófico se difunda y con ello, el interés por dedicarse a la filosofía ya sea de manera “amateur” o profesional, porque sólo en una comunidad donde florece la discusión filosófica surgen líneas de reflexión filosóficas relevantes y rigurosamente fundamentadas. En otras palabras, en un comunidad filosófica elitizada, la filosofía no florecerá de la misma manera que en una comunidad filosófica grande.
Este último punto, es también el que sirvió de motivación para el trabajo de filosofía con escolares. El primer taller experimental se realizó en el local del Buho Rojo en verano del 2000 y asistieron niños de 9 a 11 años. Se leyeron y discutieron allí los primeros capítulos del libro Un mundo para Sofía los cuales abarcaron desde los presocráticos hasta Platón, adaptando el texto a las problemáticas de los niños. Más tarde el proyecto del trabajo de Filosofía con escolares fue acogido por el Colegio Lima-San Marcos (Lima-Perú), un colegio de enseñanza más bien tradicional y autoritaria, aunque con inclinación científica. Allí se realizaron sesiones en base a adaptaciones de extractos de Un mundo para Sofía para un grupo de adolescentes de 11 a 12 años (1 y 2do de secundaria) y uno de 13 a 14 años (3ero y 4to de secundaria) respectivamente. También en éste proyecto se relacionó los momentos del pensamiento filosófico con los de su contexto histórico.
Durante nuestra participación en el I Congreso Latinoamericano de Filosofía para Niños que se realizó en la Universidad de Tolima en Colombia en noviembre del 2000, nos familiarizamos de manera más directa con algunos de los materiales del programa FpN inspirado en Lipmann, lo cual nos llevó a realizar un taller de Filosofía para Niños para niños de 8 - 11 años donde se trabajó con el material del programa FpN Historias para pensar 1 y un taller de Filosofía para Adolescentes entre 13 y 17 años con la temática de amor y sexo . Participamos también de un seminario de Introducción a la Formación de Coordinadores de FpN en Buenos Aires organizado por el Centro de Investigaciones en el Programa de Filosofía para Niños con la intención de trabajar de manera más sistemática con el programa, y con la intención de tratar de introducir la filosofía en el programa curricular regular del colegio, aprovechando la coyuntura postdictatorial, para que en un mediano plazo la Filosofía para escolares pudiera llegar a la mayor cantidad de niñas y niños posible.
Simultáneamente desde mediados del año 2000 incentivados por la Internacional Society for Philosophical Practice de la que somos miembros ordinarios, gestamos con un grupo de profesores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la creación de una asociación filosófica independiente que agrupara todas estas nuevas áreas de trabajo práctico y actividades extraacadémicas tales como la Consejería Filosófica, los Cafés Filosóficos y los grupos de pensamiento, así como también el trabajo de filosofía con escolares. Es en este marco que se crea la Sociedad Peruana de Consejería Filosófica y Práctica Filosófica bajo la presidencia del Dr. Julio César Krüger Castro, profesor principal de la UNMSM y director del Instituto de Investigación del Pensamiento Peruano y Latinoamericano (mayo 2001), la cual nos da la personería jurídica que nos permite formalizar la firma de un convenio con el Colegio Nacional “Héroes de la Breña” y la venia del Ministerio de Educación, a condición de que todos los materiales del programa fuesen aportados por nosotros de manera totalmente gratuita a los escolares y sin causarle gasto económico alguno al colegio del Estado.
Así empieza ese año nuestra experiencia con Filosofía para escolares en el Colegio «Héroes de la Breña» en el distrito popular de El Agustino; allí hemos empezado a introducir la Filosofía para Niños en un primer grado de primaria (6 a 8 años) y en un primero de secundaria (11 a 16 años), para empezar.
Sin embargo, se había planteado inicialmente que para que el trabajo llegue a una mayor cantidad de chicos/personas y se llegue a una profundización real en los temas es necesario cierto grado de continuidad. En ese sentido el colegio nos cerró las puertas el siguiente año, al imponer como condición para la continuación del proyecto, que se anule la tramitación de un eventual pago a los profesores del plan piloto por parte del Ministerio de Educación. Este pago que estaba en trámite y nunca se llegó a realizar, iba a ser de unos 5 soles por hora. Al imponer esta condición se nos cerraba la puerta de animar a otros filósofos o estudiantes de filosofía a participar del proyecto, de modo que se convertía en un proyecto personal aislado, el cual por otras razones personales mas entonces ya no pudo proseguir ya que sólo llegar al colegio tomaba una hora de camino en carro particular, pues se encontraba en una zona bastante alejada del centro de la ciudad.
Esta situación nos hizo plantearnos la pregunta central:
Si seguimos en el proyecto de Filosofía para Escolares, en las circunstancias planteadas, esto, más el dictado de clases en la Universidad nos agotaría tanto, que sería totalmente imposible, dedicarnos a la investigación filosófica rigurosa y a la reflexión filosófica pausada, por lo que además de quedar exprimida, terminaría por no aportar mayor cosa a los escolares o estudiantes de filosofía en el colegio o la universidad. Por otra parte, si bien los escolares parecen sacarle mayor provecho a las sesiones de filosofía de lo que lo hacen la gran parte de estudiantes universitarios, es conveniente (aunque no indispensable) no desvincularse de la universidad, para darle peso a la investigación en Práctica Filosófica. ¿Cómo encontrar un balance en esto?
La disyuntiva coincidió con que ese año, esto es en el 2001, en el Encuentro Internacional de Filosofía y Educación en Brasilia conocimos a los organizadores de las Olimpiadas de Filosofía de Argentina y Uruguay, lo cual nos animó a organizar estas olimpiadas también en el Perú, pues la idea de fondo era que so pretexto de la competencia se organizaban “talleres de preparación” que eran en realidad círculos de discusión filosófica para escolares, dirigidos por profesores universitarios, profesores de filosofía de secundaria y apoyados por estudiantes universitarios en base a los temas establecidos en las bases de la olimpiada (Tema de la I Olimpiada: "Vida Ética y Ciudadanía").
Así la I Olimpiada Peruana de Filosofía fue bastante exitosa en términos de reflexión y discusión filosófica, incluso a nivel de los docentes universitarios durante los seminarios de actualización docente dirigido a profesores de colegios secundarios para que apoyen a los alumnos participantes. Esta actividad nos condujo a los docentes universitarios a tomar contacto con los profesores de secundaria, el cual antes de eso, era prácticamente nulo e hizo que nos enteráramos por ellos, que se estaba planeando eliminar el curso de filosofía del programa oficial de educación secundaria. Por ello una de las banderas de esta primera Olimpiada Peruana de Filosofía fue protestar contra la pretensión de eliminar el curso de Filosofía de la educación secundaria.
Sin embargo, durante el Coloquio llamado “La Necesidad de la Enseñanza de la Filosofía en la Educación Secundaria" que se realizó en el marco de las actividades preparatorias de la I Olimpiada Peruana de Filosofía, un colega filósofo de la Universidad Nacional de San Marcos, que además trabajaba como alto funcionario del Ministerio de Educación nos increpó que era una irresponsabilidad que estuviéramos alarmando a la comunidad filosófica en el sentido de que se pretendiese eliminar el curso de filosofía, pues esto sería según él totalmente falso. |
Al año siguiente se eliminó el curso de filosofía de la educación secundaria, tal cual previnimos y nuestro colega Zenón Depaz ante nuestro asombro dijo en “su defensa” que estas cosas sucedían porque los profesores no protestaban ante las propuestas del Ministerio de Educación, ni presentaban contrapropuestas.
¿Estamos acá ante un simple problema de sinvergüencería política? Desgraciadamente no. Como se dijo al inicio, estamos ante uno de los efectos de la globalización para el. Los proyectos educativos del Ministerio de Educación, así como los equipos de funcionarios que desde la dictadura de la década de pasada vienen siendo financiados en su mayoría por los “organismos mundiales”, tienen las instrucciones de recortar el presupuesto del Estado sobre todo en el área de educación y en los cursos o carreras “inútiles” para la inserción en el “mercado laboral”. Esto quiere decir, que la tendencia de recortes en el campo de la educación y en especial en la filosofía es una tendencia mundial en los países insertos en la economía globalizada.
Conversando con colegas y amigos sobre esta situación, muchos opinan que, “qué más da todo eso”, que la filosofía es un quehacer individual y de unos pocos y que trasciende el ámbito de la enseñanza de la filosofía. De lo que van comentando se desprende que cada uno de ellos supone que será uno de los pocos que subsistirán como catedráticos a pesar de los recortes en las universidades ya anunciados de una u otra manera por el Ministerio de Educación. A estos recortes contribuye el discurso muy difundido entre filósofos contemporáneos de que la filosofía no sirve, ni debe servir para nada. En el Perú este discurso se divide en dos ramas principales. La primera que se pregona desde el Ministerio de Educación, que consiste en sostener que la filosofía es un modo de expresión occidental del cual podemos (y debemos) prescindir en el Perú, así como debemos abandonar la ilusión del desarrollo en general pues éste sería un mito occidental[1]. Traduciendo al lenguaje cotidiano claro, basada en la observación de las acciones prácticas que acompañan el discurso, esto equivale a afirmar que la verdadera cultura de nuestro pueblo es la ignorancia, la cual no sería simplemente el vil producto de los denodados esfuerzos de nuestros gobiernos por impedir el acceso general a la educación y a la información, sino una suerte de “herencia cultural”. El segundo discurso imperante en la comunidad filosófica es promovido desde el CONCYTEC (Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y si bien critica al primero por basarse en un “escencialismo simplificador”[2], critica la posibilidad de todo conocimiento científico, porque se trataría de un discurso totalizador y, en cuanto a la filosofía, afirma que “no es ciertamente tan importante” y que, al igual que la literatura, a lo más “puede sugerir algunos ángulos terrenales nuevos para mirar los problemas dados”. Este punto de vista aparentemente surgido de una motivación auténtica va acompañado de una campaña a favor de la fusión de la especialidad de filosofía y literatura, es decir a cerrar las especialidades de Filosofía de las universidades públicas del país. Claro, si los propios filósofos dicen que su disciplina no tiene mayor cosa que ofrecer, entonces es una carrera que en épocas de ajuste económico está demás. El hecho de que en su actividad académica los filósofos se suelen limitar a comentar textos de otros filósofos, refuerza la imagen frente a la comunidad universitaria y la opinión pública, de que la especialidad de filosofía bien puede fusionarse con la especialidad de literatura. Dado que en la mayoría de los casos los apoyos económicos a las investigaciones, publicaciones y acceso a plazas dependen, en el corto plazo, de las dos instancias arriba mencionadas, la mayoría de los docentes y estudiantes de filosofía, por temor a ser excluidos, no se oponen e incluso avalan los discursos que promueven estos sectores, a pesar de que estos discursos forman parte de la crónica de una muerte anunciada: la de la Especialidad de Filosofía en las universidades públicas en el Perú.
Los que trabajamos en la práctica filosófica estamos un poco al margen de esta discusión, porque nuestra actividad universitaria, en la mayoría de los casos, no constituye la actividad principal de nuestro quehacer filosófico, sino sólo una actividad lateral, eventualmente una actividad que permite mantenernos económicamente sin alejarnos demasiado de la investigación filosófica que se da a partir del ámbito práctico.
[1] DEPAZ, Zenon, “La ideología del desarrollo” en Logos Latinoamericano No.3, Lima: UNMSM, 1998
[2] BALLON, Jose Carlos, “El fin del horizonte cartesiano en las Ciencias Sociales” en Interculturalidad – Creación de un concepto y desarrollo de una actitud, Lima: Forte-Pe, 2001
Filosofía
Práctica como fundamento para una
Filosofía
nacional y continental
I
El presente trabajo pretende mostrar brevemente los caminos que estamos trazando para terminar con el pensamiento inauténtico y alienado que criticaba ya Salazar Bondy (1) y empezar a dedicarnos a una filosofía auténtica. Como bien señaló Salazar Bondy, un pensamiento alienado es además alienante, lo que lleva a encerrar al hombre en un círculo vicioso del cual pareciese que no pudiera salir a menos que cambiara primero su situación de subdesarrollo y de dominado. Por ello señalaba Leopoldo Zea (2) , que la filosofía debe ser una “filosofía de la acción, encaminada a subvertir, a cambiar un orden en el que la auténtica esencia del hombre ha sido menoscabada.”
El orden establecido se sustenta en una serie de conceptos y categorías de comprensión del mundo, de modo que uno de los modos más inmediatos que contribuyen a cambiar el orden establecido es justamente analizar para luego eventualmente cuestionar esos conceptos y categorías, tanto en lo que respecta su historia, como en lo que respecta al amplio espectro de su influencia en los diferentes actos y actitudes humanos. Pero los conceptos y las categorías tienen un carácter social, es decir, que se usan en la intercomunicación y socialización de los hombres, de modo que no basta con que uno se replantee individualmente la pertinencia o no de la concepción de una categoría. Es necesario hacer este replanteamiento a nivel colectivo, para poder aplicar en la práctica la nueva concepción de la categoría.
Dado los largos períodos de recorte
de la libertad de expresión que en nuestro país han dejado
estragos en el desarrollo cultural e intelectual de las últimas
generaciones, pero también en las generaciones mayores, es necesario
empezar por crear o reabrir espacios de discusión de temas
de carácter filosófico, para que las categorías tradicionales
que nos mantienen en el atraso puedan a partir de la discusión ser
siquiera cuestionadas. Es por eso que el Proyecto de Filosofía
Aplicada, a cargo de Octavio Obando, José Maúrtua y quién
les habla propone como una de sus actividades principales a los Cafés
Filosóficos, que justamente tiene como objetivo crear el espacio
de discusión necesario fuera de los ámbitos académicos
y de posible acceso a un mayor número de sectores sociales.
En las discusiones que allí se
llevan a cabo, se comienza por poner en tela de juicio espontáneamente
una serie de presupuestos y de concepciones sobre las categorías
que rigen en nuestra sociedad.
Ahora bien, habrá tal vez quienes
aleguen que la crítica a las categorías que rigen en nuestra
sociedad innegablemente siempre se ha llevado a cabo de alguna manera por
parte de algunos intelectuales dentro de los marcos académicos universitarios
y que la difusión generalizada de dicha crítica no sería
una tarea propia de los filósofos sino más bien una tarea
de políticos o sociólogos.
Pero "el soporte de estas categorías se produce y reproduce en las relaciones sociales; no son creación del sujeto, ni abstractas ni espontáneas" (3) por lo tanto si el filósofo desea pasar del replanteamiento teórico del significado categorial a la praxis necesita para continuar su estudio tener una base humana amplia de aplicación de estas categorías replanteadas. Porque lo más interesante indudablemente es el paso siguiente: el plantearse a partir del nuevo uso de las categorías, una nueva interpretación de estas categorías y conducir esta interpretación al planteo de una nueva teoría y así sucesivamente.
II
Para lograr deshacerse de los presupuestos
mas enraizados es pues necesario un cierto trabajo de "reducción
fenomenológica" de la praxis, es decir, poner en tela de juicio,
no solo en teoría, todos nuestros presupuestos, sino llevar a la
práctica dicha duda. Ya que a través de la actividad "puramente
racional", la razón dificilmente se puede desprender de todos los
presupuestos culturales y psicológicamente individuales en los que
se encuentra tan profundamente enraizada.
Ya Heidegger había logrado llevar
a cabo este paso de la reducción "teórica", a la praxis,
por lo menos en el ámbito del uso del lenguaje. Sus textos son constantes
puestas en cuestión de nuestros presupuestos de lo que implica el
uso de las palabras y de la idea subyacente a cada una de ellas. Pero lo
grandioso de él, es que nos obliga a tomar en cuenta en la praxis
(al seguir la lectura de su texto), éstas múltiples posibles
acepciones de las palabras, que tan alegremente usamos a diario (y
en nuestro razonar lingüístico teórico). La lectura
de un texto suyo, es pues, para el lector, una obligación
permanente (si la intención del lector es seguir entendiendo el
texto) de usar en la praxis nuevos (aunque siempre inconscientemente latentes)
"sentidos" de las palabras. En otras palabras, en la praxis se nos obliga
a usar un presupuesto (que no sabíamos que teníamos, pero
que al enfrentarnos a él nos damos cuenta por la construcción
misma del idioma, que necesariamente tenemos que haber tenido, aunque ignorado)
y recién a partir de esa praxis, percibimos lo profundamente que
estaban enraizados estos presupuestos. No porque alguien nos haya dado
un discurso filológico sobre los "sentidos" subyacentes detrás
de cada palabra (en el que se hubiera podido discutir largamente sobre
los "sentidos" de cada palabra, pero de los cuales probablemente nos limitaríamos
a concluir, que "hoy sólo se usa esta palabra en estos dos o tres
sentidos") sino, porque se nos ha obligado a una praxis diferente del uso
de una palabra, es que se nos abre todo un mundo de nuevos sentidos , es
decir, a través del uso activo de ese presupuesto (latente siempre,
pero oculto) del uso de la palabra. Y es recién en ese momento (en
la praxis), que en realidad podemos desenmascarar en toda su magnitud e
importancia trascendental los presupuestos más enraizados que tenemos.
La tarea ahora es pasar este trabajo de
desconstrucción lingüística de presupuestos a la praxis
no-lingüística, es decir, a lo que solemos llamar "la vida
cotidiana".
Esta tarea debe ser emprendida por filósofos para evitar que simplemente no se lleve a cabo, o que sea conducida por charlatanes politiqueros con intereses contrarios a los científicos y me refiero aquí a los intereses científicos en un sentido más amplio y no en el restringido limitado a las ciencias naturales y criticado ya por Husserl en su "Crítica..."
III
El peligro de que el concepto de reducción
fenomenológica pueda ser manipulable para fines políticos
(4) , no se le ha escapado al mismo Husserl (5) . N. Depraz,
en su texto " La reducción fenomenológica y lo político"
(6) aclara que no tiene en realidad sentido alguno hablar de una
fenomenología de la política, si se entiende por política
la actividad política institucionalizada. Sin embargo, el peligro
pareciera ser que haya quienes terminen sosteniendo que ciertas arbitrariedades
son en realidad evidencias apodícticas, pretendiendo ilusamente
haber llegado a esa conclusión después de haber llevado a
cabo una reducción fenomenológica. El sujeto en cuestión
podría creer estar siguiendo fielmente a Husserl cuando éste
dice (p.ej. §28 Crisis) que las verdades precientíficas, son
evidencias apodícticas, que no necesitan de explicación alguna,
pero que son premisas para todo trabajo intelectual o práctico (siendo
el trabajo intelectual una parte del trabajo práctico). Obviamente
lo que en este caso estaría sucediendo es que en realidad no se
habría llevado a cabo ninguna reducción fenomenológica.
El problema como bien plantea Schuhman(7) , es que no todas las personas
están de facto (aunque potencialmente sí) en capacidad de
darse cuenta de sus propias limitaciones como para llevar a cabo una reducción
fenomenológica, es decir, sus prejuicios pueden estar demasiado
enraizados como para que los puedan distinguir de lo que realmente es una
evidencia apodíctica.
He allí por qué esta empresa
ha de ser de carácter estrictamente filosófico.
IV
Las áreas de trabajo en el que el
Proyecto de Filosofía Aplicada está investigando por ahora
son tres:
El Café Filosófico, que
como ya se dijo tiene como objetivo difundir la filosofía fuera
de los ámbitos académicos, pero simultáneamente también
sirve como "laboratorio" de recolección de información sobre
el uso cotidiano de las categorías y conceptos en nuestra sociedad
cotidiana y de cómo este puede ir modificándose o no. Para
un mayor efecto de los resultados de las experiencias extraídas
del proyecto del Café Filosófico para la filosofía
teórica y viceversa es deseable que la idea se expanda y surjan
más Cafés Filosóficos a nivel nacional y continental,
es decir que se de una globalización de la idea del Café
Filosófico, como una actividad fuera de los intereses del mercado.
Para ayudar en la tarea de la globalización el Proyecto e Filosofía
Aplicada se ha interesado en el Proyecto Filosofía en Internet.
Aquí se trata principalmente de utilizar los mecanismos de la globalización
de la información para fines contrarios a la conservación
de un sistema de opresión económica globalizante. Esto se
consigue a través de la intercomunicación y eventualmente
de una coordinación globalizada entre aquellos que se dediquen a
las actividades filosóficas en general y particularmente a los que
estamos trabajando en combatir los presupuestos categoriales del sistema
ético-político que pretende globalizarse ante la innercia
de gran parte de la población mundial.
El tercer área de investigación
en el que estamos trabajando es el de Consejería Filosófica.
Siguiendo a Leopoldo Zea cuando dice que no basta con "disfrazarse de hombres
libres"(8) , sino que hay que luchar por liberarse realmente, este proyecto
trabaja con el individuo y al contrario de las salidas que usualmente le
ofrece el sicólogo en nuestra sociedad peruana, no trata de hacer
creer a la persona que la solución está en adaptarse a la
sociedad y llevarse bien con aquellos que eventualmente lo explotan o lo
humillan, fingiendo que esto no es importante. Se trata de ayudar al otro
a encontrar aquellos presupuestos subyacentes a su discurso teórico
de modo que él, también por su cuenta, pueda encontrar el
origen de sus contradicciones y optar eventualmente por algún nuevo
camino de replantearse la vida.
Este último proyecto dentro de
un marco conjunto con los otros dos, trabaja a nivel individual aspectos
que el Café Filosófico y el proyecto Filosofía en
Internet trabajan a nivel social local y global.
Así pues hemos tratado de presentar como a través de una filosofía práctica se está haciendo filosofía nacional (peruana) y de algún modo también (continental) por todos los contactos y coordinaciones que mantenemos con organizaciones filosóficas latinoamericanas e internacionales y aprovechamos la oportunidad de presentarnos en este foro para Invitar a todos los presentes a unirse a nuestros esfuerzos y a participar en el Proyecto de Filosofía Aplicada que está siendo auspiciado por la Asociación Cultural y Educativa Buho Rojo.
(Ponencia presentada para ser expuesta en el VII Congreso Nacional de Filosofía, Lima, 1998).
(1)SALAZAR BONDY, Augusto.¿Existe
una filosofía en nuestra América?, México, Siglo XXI,
1968,p.131
(2)ZEA, Leopoldo,La filosofía
americana como filosofía sin más, Méjico, Siglo XXI
editores, 1969, p.160
(3)OBANDO, Octavio," La red ontológica
del sentido común:una investigación filosófica aplicada."
4. Interpretación. Por las posibilidades. En: Filosofía Materialista
Aplicada
E. Husserl, "Die Krisis der europäischen
Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie"
(4)N. Depraz, "Phenomenological
reduction and the political" en Husserl Studies 12, 1995, "We thus
point out what a 'phenomenological politics' could be, which would not
be a 'political phenomenology' at all, at least if we understand the latter
as a potential 'politicization' of phenomenology. Husserl takes up this
expression only to dismiss it. Such a conception of phrnomenology would
mean using it as a means to serving political or even 'politicking' external
ends. It would in that way destroy its deep aim at non-participant rigor
and eventually lay it open to irrationalism." p.3.
(5)referencia dada por Depraz (op.cit)
al texto de A.L.Kelekel y R. Scherer : "Husserl, Sa vie, son oeuvre"
, P.U.F., Paris, 1964, p.17
(6)op.cit.
(7)K.Schuhmann, "Husserls Staatsphilosophie",
comentado por R. Walton en una reseña aparecida en Husserl Studies,
No. 8, 1991, p.70
(8) Zea, Leopoldo, Filosofía
de la historia americana, México, FCE, 1978,p.32
Practical
Philosophy as Basis for a National and International Philosophy
Abstract
We will show the necessity to develop a
practical philosophy, particularly in societies as in Peru and Latin-America,
since man has to overcome his underdeveloped situation of being dominated
by alienated forces. Only by this, will he overcome his inauthentic and
alienated way of thinking that has been characteristic of the past. In
answer to this problem we will introduce the Project of Applied Philosophy
that has been developed by the philosophers Octavio Obando, Jose Maurtua
and Carmen Zavala in Peru and meanwhile divided in three areas, the Philosophical
Café, Philosophy on the Internet, Philosophical Counselling.